lunes, 5 de mayo de 2025

Nostalgia primera

Hoy recordé sus ojitos la primera vez que nos vimos

Y debajo de ellos, su naricita y sus pequitas

Y una sonrisa tímida pero feliz de verme


Ya no me regalaba nada de eso 

sábado, 26 de abril de 2025

Un final

El motivo de mis alegrías y mis desdichas terminó por destruirme la vida 

Tuvo la osadía de culparme por el final

Me confesó que no se esperaba mi reacción: confió en mi ingenuidad 

Ambos sabíamos de sus planes, me lo esperaba, me lo había imaginado, pero cuando sucedió, no supe cómo enfrentarlo

Confieso que me confié de su honestidad

El dolor fue grande y la decepción, mayor


Hoy empiezo desde cero

Con miedo y, a la vez, mucha valentía

domingo, 21 de abril de 2024

Cyborg

Prefiero ser invisible

Antes que una presencia incómoda 


Como aquel oráculo 

Al que acudes cuando necesitas


Abre tu interfaz

Presiona los botones

Y sigue con tu vida


Cual cyborg sin IA

Con funciones automáticas y sin actualizaciones 

Haré nada más lo que me pidas

domingo, 14 de abril de 2024

lunes, 24 de julio de 2023

¿Quién pierde más?

 Y bueno, qué pendejo cómo al final, aunque no hayamos perdido mucho, ambos perdimos algo, ambos vimos la puerta cerrarse en algún momento (y lo sentimos).



Qué día de mierda, ni siquiera he podido empezar a trabajar aún (son las 13:22 y hay dos documentos de 46 y 23 pp. con límite hasta las 4 pm)

Acabo de darme cuenta de que ser muy complaciente con el hombre de mi vida me está costando más de lo que estoy dispuesta a pagar (que no ha sido poco). Y aunque no la necesito(necesitaba), la retribución es(viene siendo) cada vez menor, vacía.

Me voy a perder la primera fecha del máster, por solo considerar la fecha de inicio de sus clases, acepté una oferta de viaje el 9 sin considerar que este año mis clases comenzarían el 8. Habrá presentación, la primera clase de complementos de informática y una visita a los edificios de las facultades. 



lunes, 8 de mayo de 2023

podemos conversar?


Mira, ayer fue la última vez que me haces esa huevada. No es la primera ni la segunda, varias veces me he comido la cabeza (incluso durante días) pensando en qué te he hecho para que me hables -o me dejes de hablar- y me trates así, pero ya no.


Más de una vez he soportado que para afuera me anules con respecto a manejar el carro para no chocar con tu virilidad, porque sé que la gente es espesa, pero sé que no me lo merezco. El día que salimos con Rodrigo y Cori habíamos estado fríos por días, ni nos tocábamos, con las justas nos mirábamos, pero para la foto me abrazaste y apenas terminó me soltaste, y yo no sé cómo tomar esas cosas. Te molesta que te pida que hagas algo más para sentirme más cómoda cuando vamos a tener intimidad, no me quieres besar, pasaría horas besándote con pasión, pero es algo que hace cerca de ocho años que no sucede. (Tú crees que en ningún momento me he sentido mal cuando lo íbamos a hacer sabiendo que venías de tirar en otro lado, teniendo ataques de ansiedad por verlo ahí e imaginarte metiéndolo en otro lugar cuando se suponía que habíamos acordado la monogamia?)


En otros tiempos cometí muchos errores al forzar las cosas entre nosotros, cuando me decías que no soportabas mi manera de ser, que te hacía daño con mi forma de ser, que ya no estaríamos juntos si no cambiaba, intenté obligarte, forzarte, exigirte y hasta rogarte que sigamos juntos, que lo intentemos, te prometía cambiar. Porque tenía una idea errónea del amor y de las relaciones, estaba equivocada, y aunque en ese momento no era consciente de la magnitud de lo que estaba haciendo, ahora te pido disculpas por todo ello, por forzarte, porque pensaba que amar era poseer, pero con el tiempo he ido aprendiendo que no era así, que amar es admirar, respetar, apreciar y valorar la presencia, el tiempo. Y yo aprendí a amarte así. 


Y ahora, yo te amo mucho así, admiro tu ímpetu por la vida, valoro lo que he aprendido a tu lado, puedo admirar tu fuerza de voluntad, tus ideas, la forma en que analizas y razonas tan acertadamente en muchas cosas, tu capacidad para desenvolverte y cautivar a las personas, la habilidad que tienes para escuchar a los demás, nuestros debates, la forma en la que te sabes ordenar, tu agilidad y practicidad para solucionar y resolver todo tipo de situaciones, tu inteligencia. Tu voz, tu carita, tus brazos.

Y así mismo 

Yo puedo hacerte tus trabajos, documentos, tus trámites, lo que necesites, pero yo no puedo hacer tu chamba emocional, eso no. Yo no te puedo curar por las cosas que te he hecho, así como tú no me vas a curar por las cosas que me hayas hecho. Sanar depende de cada uno, y yo comprendo que no soy nadie para pedirte ni exigirte ni enseñarte algo que no quieres.


Yo cambié varios aspectos de mí, pero tú me muestras que me sigues viendo como la misma persona de ese entonces, es como si no me conocieras, como si ni siquiera te interesara, como si adrede ignoraras mis cambios. Tú te das licencias que a mí jamás me tolerarías o por las que me calificarías de lo peor, no nos mides con la misma vara, pero sigues teniendo ese discurso de igualdad en la pareja para conmigo. Tú me dices muchas cosas, pero con tus actos demuestras otras completamente opuestas (me dices que me amas y fácilmente me dejas de hablar; me dices que quieres mantenerte en la monogamia pero todavía echas tu maíz de vez en cuando) ¿En qué momento dejaste de pensar que yo soy una "pulpa"? ¿En qué momento dejaste de odiarme y comenzaste a amarme? 

Y pesar de eso yo jamás te condicionaría a que cambies nada para estar juntos.


Yo simplemente estoy agotada, lo he intentado cada vez que me acercaba a ti cuestionando tu actuar o tu reaccionar, lo he intentado de muchas maneras, quizás no siempre lo hice de la mejor forma, pero créeme que lo he intentado por nosotros y lo único que he obtenido cada vez es que me faltes el respeto llamándome loca o enferma, que me acuses de que solo quiero pelear, que estoy aburrida de ti o que te odio, cosas que para mí no tenían sentido. 

Ahora, he dejado de hacer muchas cosas, he dejado de intentarlo, he preferido no hablarte ni interactuar mucho contigo porque he visto tu hartazgo, y para serte sincera, no me agrada cómo estamos ahora, me siento incómoda, fuera de lugar, me siento sola -porque estoy sola tratando de cargar nuestra relación-, y siento que mi presencia te incomoda, cada que te digo algo tengo que cuidarme y pensar mucho para evitar decir algo que te moleste o que me haga ganarme una mirada con desdén o de cólera o unos cuantos días de ley del hielo. Y hacer eso, vivir así, para mí es agotador, estoy muy cansada


Quizás no te identificas o no comprendes cómo puede afectar tanto ese trabajo emocional, pero yo sí, porque yo soy así: intensa, emocional y estoy muy conectada con esas huevadas. Por eso estoy agotada, estoy cansada física y psicológicamente de llenar y cargar tu parte de responsabilidad afectiva en la relación y que tú no me hayas escuchado ni una sola vez. 


Estoy agotada de leer entre líneas tus deseos y necesidades y de temerte cada vez que no los reconozco o fallo en cumplirte (como prepararte algo de comer cuando he estado trabajando). Yo creo que te he cumplido con y como he podido, porque he procurado estar atenta a ti y a tus necesidades porque de verdad me importabas.


No sé qué es lo que piensas cuando hablas del futuro, de tener hijos, de tener un negocio, ¿es solo porque está en el plan y porque es un buen plan? ¿Es que acaso piensas que las cosas que nos implican a los dos van a llegar solas o que bastará que solo uno haga su parte de la chamba? Cuando me hablas de eso yo tengo miedo -y no por mí-, pienso en toda la carga emocional y física que implican esas cosas, me veo haciéndome cargo de más de una empresa, haciendo cientos de trámites mientras intento educar a mis hijos, me veo balanceando mi vida entre criar, trabajar, emprender, seguir estudiando, y encima tratando de no pelear contigo, porque por el camino en el que vamos no creo que para entonces quede amor alguno que nos una.


Quizás puedes pensar que todas estas cosas solo te las diría una persona que te odia por eso te critica, pero es todo lo contrario: aunque ahora es doloroso pensarlo, sé que, en nuestra luz, hacemos un gran equipo, que nuestras personalidades y nuestros conocimientos se complementan bien, que nos comprendemos y que juntos podemos ejecutar y lograr crecer uno al lado del otro; porque comprendo que nuestras taras no son parte de nuestra personalidad, son consecuencias pegadas a nosotros a partir de nuestras heridas y -me parece- que estando a mi lado tú no podrás sanar tus heridas.



Solo, no dejes que ni tu contexto ni tu orgullo degraden tu inteligencia y tu capacidad de aprender, de aceptar lo diferente.