sábado, 31 de agosto de 2013


Entre un par de sombras y luces
la expresión más dolida de una versión de Bala
se ha encontrado sin tenderse
y es que salió espontáneamente perfecto
imperfectamente perfecto
irradia ramecundez 
por los negros y blancos
los blancos de los dardos
que apuntan hacia la inexistencia del alma


viernes, 23 de agosto de 2013

(Risas)

Mientras los Buda y Alá sesteaban
nos permitieron mofarnos del resto un buen rato
y entonces 
los pequeños comedores de aves de franquicia sobrevalorada
que se intrigan por trivialidades disfrutadas por mis risas
y mis silencios
y mis miradas
y las de los mortales que sueltan risas flojas
y asi los de Francovsky
y de los escondites de tela con «no le digas»
se ponen uno sobre el otro cada tanto
y se envuelven mientras ríen
sin escatimar en la fuerza con la que se aferran
y con la que se hormiguean las panzas
y cada vez se les ve mejor
aunque esta vez la violencia les ganó
pero no se ha visto tan mal
al contrario
se les ha plantado un gesto
parecido al de una rutilantez de cronopio enamorado
parecido al de felicidad y placer.

martes, 20 de agosto de 2013

Ciudadanos de Vaj

Recojo vajinenses del jardin
y me he encontrado un ciempies humano
lo he guardado entre aquellas cajas azules
las que racean a las demás
las que me refrescan la memoria

recojo vajinenses del jardin
he visto un bicho punteado
se me ha escapado como gel
como gel entre los dedos
como el aire huyendo por agujeros
por tus agujeros

recojo vajinenses del jardin
y nietzche me ha susurrado al oido
superhombre dice el
los valores dice el
dios ha muerto dice el
ardiente sanmarquino dijo el


domingo, 11 de agosto de 2013

Y a veces no entiendo por qué mi pequeño y único confidente llamado Yo se hace, entre las sombras, como bola de pelos de gato escupida (¿o será esculpida?) en forma de mancha negra y viscosa. 
Cuando más se le necesita, se esconde, su rutilantez azulada se va tornando negra y termina por desaparecer, dejando un rastro parecido al de un caracol, como ese al que incendiaron los diablillos siameses mientras nos echábamos a reír imaginando a qué se parecía aquella tortura subnormal al indefenso medio baboso rabioso habitante de Vaj.
Y a veces no sé por qué desviarse de lo que se escribe mediante recuerdos de tiempos de paz aparentemente inocua y desternillantemente esfumada, como risas de niños traviesos a lo lejos en un fondo negro infinito.
Quizás es porque los tiempos pasan y parecen no regresar, quizás es porque las esperanzas necesitan más de un ente para sobresalir de un cuerpo existente y real, ¿y qué es real?